martes, 19 de febrero de 2013

Dejando atrás Pashin



Malheridos, Dusk y Melnar perdieron de vista los cuerpos de sus dos compañeros caídos mientras volvían sobre sus pasos. Esta vez andarían despacio y con la mirada atenta a las oscuras paredes de las cloacas, en busca del símbolo que les mostró Naelathan, el elfo que les había liberado y guiado hasta allí. Después de varios minutos de búsqueda encontraron la singular caligrafía. Estaba escrita en la pared de una estancia cuadrada, y al observar con detenimiento a su alrededor se podía comprobar que custodiaba una especie de entrada secreta. Sin llave ni instrucción alguna, los dos aventureros tendrían que ingeniárselas para averiguar cómo abrir la puerta.

El símbolo era escritura élfica, lengua que Melnar dominaba. "El camino está despejado", citaba la misma, y el enano lo pronunció en voz alta sin resultado. Junto al místico, intentaron toda clase de opciones: seguir con los dedos el contorno del símbolo, empujar la puerta de piedra de diferentes formas, usar la caja de música silvanesti, entonar distintas palabras y frases e incluso utilizar la fuerza. Nada funcionaba. Dusk se paró entonces a hacer memoria. Había tratado con este tipo de magia anteriormente, y recordó un patrón concreto de movimiento y recital. Lo pusieron a prueba y un chasquido les confirmó que al fin lo habían conseguido.

Ante los aventureros se extendía un camino hacia un oculto refugio élfico. Al llegar hasta él, contemplaron una gran comunidad de miembros de esta raza, viviendo en tiendas de campaña y aquejados todos por aquella extraña enfermedad similar a la lepra. La presencia de los dos recién llegados no pasó inadvertida, y pronto acudió a recibirlos una hermosa elfa, que aunque en su piel no mostrara síntomas de dicha afección, en sus ojos sí se apreciaba una tristeza y agotamiento más allá de la edad avanzada que seguramente tenía. Se presentó como Shaylin, y les ofreció descanso, comida y, lo más importante, respuestas. Dusk y Melnar no tardaron en aceptar, y siguieron a la líder elfa hasta una tienda de campaña con todas la comodidades y una compañía inesperada. Dos individuos les aguardaban, un kender y un elfo llamados Cuervo Piesligeros y Kemian respectivamente. Shaylin hizo las presentaciones, enunciando que todos habían llegado hasta este punto guiados por idéntica misión. El objetivo común les empujaba a trabajar juntos, y además todos eran conscientes de que así tendrían más probabilidades de éxito. En ese momento, Shaylin pareció entrar en trance, y describió con palabras una visión recurrente sobre esta empresa que los héroes debían afrontar. Habló de un dibujo que no podrían ver, de unas ruinas destrozadas, de las arenas del tiempo... Todo más confuso que concreto. Pero ya habría tiempo de discutir más tarde. Ahora era momento de descansar.

Una vez recuperados, los aventureros recibieron de nuevo a Shaylin. Era la ocasión de preguntarle sobre cualquier cuestión, sin embargo la elfa admitió no tener toda la información que le gustaría. Sus sueños tampoco eran claros para ella, y lo que el destino tenía preparado para los héroes era incierto. Sólo les quedaba interpretar estas visiones y esperar encontrar más respuestas a cada paso. El siguiente, parecía indicar unas ruinas en un marco desértico, y se resolvió que seguramente se trataba de las ruinas de Hurim. Con el objetivo concretado, y siendo proscritos en Pashin, los héroes no tenían más tiempo que perder. Adquirieron algo más de equipo entre los mercaderes del asentamiento, se despidieron de Shaylin y se dejaron guiar, de nuevo, por Naelathan, hacia un pasadizo que utilizaban estos refugiados para entrar y salir de la ciudad sin ser vistos. Así, volvieron a las cloacas, y llegaron hasta otra puerta secreta que accionó el elfo con suma facilidad. Este les despidió con su habitual sonrisa cínica, y poco después el grupo ya estaba respirando el aire fresco de las afueras de la ciudad.

Los aventureros tenían ante sí un viaje de unas cinco jornadas a pie. La primera de ellas trascurrió sin mayores problemas, pero esta paz duró poco. Justo después de parar a comer y descansar, el grupo se vio sorprendido por unos peligrosos asaltantes minotauros. Estas criaturas son seres de gran poder, lo que sumado a la emboscada les dotaba de una ventaja prácticamente letal. Ya en su primer ataque, Melnar y Dusk resultaron terriblemente heridos por las cornamentas y tajos de los minotauros. Y eso que sólo atacaron dos de los tres asaltantes. El tercero, que parecía el líder, todavía no había actuado, pero sí desenfundado una enorme espada de doble filo. Aquel lance podría ser el último en la desdichada vida de los héroes.

Era hora de luchar o morir. Cuervo hizo honor a su apellido, y con rapidez se alejó del tumulto del combate a una distancia adecuada para tener una visión clara y certera con la que realizar un disparo de su arco. La flecha penetró en el costado de uno de los minotauros, que bramó salvajemente mientras la sangre le caía a borbotones. Kemian decidió poner en práctica su magia, y lanzó un conjuro que aturdió a otra de las criaturas, pero desgraciadamente también afectó a su compañero Melnar. No obstante valió la pena, y es que Dusk, aprovechando el estado inconsciente de este enemigo, le propinó un golpe implacable que acabó con su vida. El enano no podía actuar, su salud seguía descendiendo, y los dos minotauros restantes estaban decididos a vengar la muerte de sus compañeros.

El combate continuaba. La criatura líder ya había llegado al cuerpo a cuerpo destrozando todo a su paso. Junto a su cornudo compañero seguían atacando sin piedad. Dusk estaba malherido, y Melnar y Kemian al borde de la muerte. El místico lanzó un hechizo para estabilizar al enano al tiempo que huía para encontrar unos segundos de tranquilidad que le permitieran elaborar una estrategia. Por suerte, un miembro del grupo permanecía ileso, y seguía demostrando su destreza en combate. El pequeño Cuervo Piesligeros continuaba disparando su arco, y el minotauro al que ya había herido con anterioridad acabó cayendo muerto ante las efectivas flechas del kender. Tan sólo quedaba en pié su líder, pero resultaba el enemigo más terrible de todos, no tenía ni un rasguño y los cuerpos de Melnar y Kemian yacían sangrantes a sus pies, todavía con vida, pero a su total merced. Con semejante expectativa, Dusk y Cuervo pensaron que la mejor opción sería ocultarse en la lejanía con la esperanza
de que el minotauro se marchara convencido de su victoria. Afortunadamente el plan funcionó, pero no sin que la criatura saqueara el cuerpo del enano para llevarse todas sus piezas de acero y la caja de música silvanesti. El grupo permanecía con vida, pero habían perdido lo más importante.

Los aventureros recuperaron el resuello justo para perseguir al minotauro y recuperar la llave en forma de caja. Sin ella nada tenía sentido, y por lo tanto, aunque no contaban con todas sus fuerzas no les quedaba más remedio que contraatacar. No tardaron en encontrar la pista de la criatura, y tan pronto lo hicieron la asaltaron en combate. Kemian fue el más rápido, volviendo a hacer uso de su magia. Desgraciadamente esta no surtió efecto, y el enemigo respondió con un feroz ataque dejando al elfo moribundo y desangrándose. Mientras tanto, Disk lanzó un hechizo para aumentar el tamaño de Melnar, pero aquel no era el día del enano, y tan mal se le daba esquivar golpes como propinarlos. Tan sólo uno de sus tajos acertó al monstruo, aunque no fue suficiente para acabar con él. Afortunadamente, Cuervo volvió a dejar patente su excepcional puntería, y en esta ocasión con creces. Un tremendo flechazo penetró entre ceja y ceja del minotauro, atravesándole el cráneo y haciéndole caer como un saco. La amenaza había sido reducida para siempre. Los héroes se acercaron entonces hasta el cuerpo de su compañero Kemian, pero llegaron demasiado tarde. Ya había expirado y nada se podía hacer por él. Si este era tan sólo el primer día de viaje, ¿Cuántos peligros todavía aguardarían al grupo? Sólo el tiempo lo dirá.

3 comentarios:

  1. Jo, ¡seguro que los héroes de la Lanza no se encontraron con minotauros emboscadores en sus viajes! Así es imposible ser héroes...

    PD: bwin da 2 a 1 a que no muero en la siguiente partida, es una apuesta que podéis considerar con mi nuevo ultra mega super ultimate personaje, el Inmortal, el Único, incluso Edgar va a dejar de lado su deidad para seguirle.

    ResponderEliminar
  2. ¿Pero no era Kemian "El Inmortal"? XDDD

    Si es que lo dicho, tenemos que hacernos todos guerreros minotauros ;P

    ResponderEliminar
  3. Kemian no lo "era", lo "es"... es inmortal en nuestras memorias y corazones.

    ResponderEliminar